viernes, 21 de octubre de 2011

Como oficio, arte y profesión, la publicidad demanda fe, entrega, pasión, ambición y práctica. No se conoce un gran publicista que haya llegado a tener éxito por tomar un curso de 80 lecciones por correspondencia. El buen publicista es un loco soñador, un fanático apasionado, un alucinado de la profesión.

 (ROMEO FIGUEROA)

No hay comentarios:

Publicar un comentario